Por HC Laura J Martínez
El 90% de
las enfermedades crónico-degenerativas son un efecto de una alta acidez en el
cuerpo proveniente en su mayoría de los alimentos que consumimos. Linus Pauling
(1901-1994), un reconocido ganador del premio nobel en química, afirmaba que
mantener el cuerpo con un pH ligeramente alcalino es la clave para una buena
salud.
¿Qué es la alimentación alcalina?
La acidez
o alcalinidad se puede medir en nuestra sangre mediante una escala que va de
0-14. El pH 7 es el equilibrio, por debajo de ese número estamos en un ambiente
acido y por encima de este en un nivel alcalino. El nivel adecuado sería 7.4
ligeramente alcalino y cuando un cuerpo se encuentra en desequilibrio lo que
hace es tomar nutrientes de los órganos para compensar y esto puede comprometer
nuestro sistema inmune. El sistema inmune al debilitarse se hace vulnerable a
enfermedades. La enfermedad aparece tan pronto el cuerpo esta en acidosis.
Cuando el cuerpo comienza a volverse ácido se empieza a notar la perdida de
nutrientes, vitaminas y minerales, fragilidad y condición de nuestras uñas,
perdida de cabello, cansancio crónico y dolores de cabeza. Si nuestro cuerpo se
mantiene en su estado natural es decir ligeramente alcalino estará protegido
frente a enfermedades.
¿Cuáles son los beneficios de la alimentación alcalina?
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Te ayuda a
fortalecer el sistema inmune.
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Mejora la
digestión.
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Favorece la
depuración del organismo (te ayuda a eliminar toxinas).
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Ayuda a mantener
tu peso corporal adecuado -Previene la osteoporosis.
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Más energía y
vitalidad.
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Ayuda a regular
la tensión arterial.
- Ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre.
¿Cuáles son los alimentos acidificantes?
Alimentos acidificantes: carnes rojas, pollo, cerdo, huevos, pescado, mariscos, mariscos, harinas blancas y azucares refinados, leche de vaca y sus derivados, edulcorantes artificiales, chocolate con leche, café, alcohol.
¿Cuáles son los alimentos alcalinos?
Alimentos alcalinos: Limón, bicarbonato de sodio, hojas verdes, pepino, ajo, aguacate, te verde, diente de león, bayas de goji, coles de bruselas, repollo, zanahorias, espárragos, pimientos, cebolla, apio, germinados, jengibre, almendras y nueces, calabaza, pina, agua alcalina, sal del himalaya, brócoli, col rizada, sandia, alimentos fermentados como el tempeh y el tofu.
Autor: Laura J Martinez
Health Coach y Trofóloga
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